Una última cuestión sobre el estilo: el sin estilo o aparente incoherencia viene dado por múltiples razones. La versatilidad y rapidez de la toma fotográfica, permite enfrentarse en periodos de tiempo muy cortos a las infinitas apariencias de la realidad; además, uno es uno y muchísimos más que se manifiestan sorpresivamente, y si esas múltiples y a su vez desdobladas percepciones y estados de ánimo te pillan con una cámara en la mano las variables son inacabables. Luego la mecánica del lenguaje te puede conducir a una desconcertante y lógica falta de estilo definido. Por tanto, en una obra fotográfica puede ser que sólo haya un cierto hilo conductor, visible para los muy entrenados, y desde luego difícilmente encasillable. Si cada uno de nosotros es capaz de tener diversas y complejas lecturas de lo que nos sucede, si el mundo es más diverso todavía, y las velocidades de obturación son vertiginosas, cómo narices se consigue tener un estilo?.
20 JULIO 2006
© 2001 pepe fuentes