VUELVO AL RIO AFLIGIDO: 13 Junio de 2006. No, no es una fotografía compleja que intente mostrar algún arcano del arte moderno; tampoco una imagen que encierre secretos surrealistas, ni una ardua y absurda elaboración en el photoshop; ni siquiera un fotomontaje tradicional. Sólo es una fotografía sencilla de un jodido y feo pato lunático a la orilla del río que pasa por mi barrio.
Caminaba por la orilla del río muy de mañana, con espíritu primaveral. No preveía ningún desastre para ese día, sino más bien un dulce aburrimiento, más o menos como el de todos los días. De pronto me percaté de que había un pato en la orilla (o un pájaro parecido, porque lo cierto es que era mucho más feo que un pato normal), quieto, aparentemente tranquilo, tomando el sol que le golpeaba intensamente en la cabeza. Me acerqué y me senté frente a él, a unos dos metros (no quería que se asustara), preparé la cámara y comencé a fotografiarlo lentamente. Entre toma y toma lo observaba, el también me observaba a mí de vez en cuando. Seguimos imperturbables bastante tiempo, yo fotografiaba y él me miraba con curiosidad, los dos quietos. No recuerdo quién se cansó antes, supongo que él porque a mí me gustaba nuestra mutua observación, que no él, porque era muy feo el jodido pájaro. Ah, la fotografía la he titulado: Cabeza de pato selenita.