Esta fotografía tiene una anécdota curiosa que quiero recordar. Caminábamos por la avenida del Embarcadero desde el puente a Oakland hasta el final (más o menos), y después de llevar más de un kilómetro, justo en el momento de intentar fotografiar en este lugar, me percaté de que, en algún momento, había perdido la palanca de arrastre de la película (mecanismo muy pequeño). Sentí un ataque de pánico y volvimos sobre nuestros pasos con la mirada puesta en el suelo (el ánimo también). Afortunadamente, después de desandar casi un kilómetro, allí estaban, en el suelo: la palanca, una pequeña pieza que hace que encaje y el pequeño tornillo que la fija, intactos y esperando que volviéramos por ellos. Hasta ahora, siempre que pierdo algún artilugio fotográfico, aunque sea en el campo y entre maleza, lo encuentro. Siempre nos decimos «que las cosas tienen suerte». Sin embargo, todas las demás que pierdo no las encuentro, sobre todo las importantes. Volvimos e hice esta fotografía para celebrarlo, justo en el mismo sitio dónde había descubierto el extravío.
29 NOVIEMBRE 2006
© 2006 pepe fuentes