6 ABRIL 2007

© 2006 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2006
Localizacion
Cabo Espichel (Portugal)
Soporte de imagen
-35 MM. Kodak. High-Speed Infrared 100
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO BARITADO
Viraje
SELENIO
Tamaño
27,7 x 18 cm
Copiado máximo en soporte baritado
2
Copias disponibles
1
Año de copiado
2011
Fecha de diario
2007-04-06
Referencia
2309

Desgracia. J.M.Coetzee. Un día cualquiera, a una edad sospechosa, David empieza a sentir temores; no parecen graves pero la infección ha entrado despacio y gana terreno, cada día avanza un poco, no tiene prisa porque se sabe ganadora. Ya no hay salvación para él. Un síntoma inequívoco es que la luz de sus escenarios ha empezado a oscurecerse  y los personajes que le rodean  se desenfocan y alejan. Sus deseos se desquician sin darse cuenta. Ya nada, o casi nada,  es lo mismo. Hasta hace poco se sentía capaz en el orden con el que se protegía, pero los demás actores también juegan y lo hacen sin tenerle en cuenta. Todavía le queda un resto de omnipotencia  e intenta aprovecharlo. Pobre.  Es precisamente en el terreno en el que siempre se había sentido cómodo, el de los deseos libidinales, donde se queda  varado. A partir de esa fatalidad el estupor toma posesión y la velocidad de la caída  aumenta vertiginosamente. Qué desgracia. Los perros mueren y mueren incesantemente y para el elegido, el perro melómano y tullido, tampoco hay solución, sólo el pequeño consuelo de un abrazo de despedida. David los recoge y los hace desaparecer; ya sólo es un pobre gestor de muertes huérfanas. Tampoco Bayron en Italia puede salvarle de nada, porque ni él mismo se lo cree. La congoja y la opresión en el pecho se expanden en el momento  de cerrar el libro. Desolador y bellísimo.

Pepe Fuentes ·