Así que, a partir de estas impotencias, me tuve que dedicar a construir mi refugio sólo: me hice autodidacta sin saber lo que era (me enteré después). No he sido un misántropo, no, ni mucho menos; lo que sí he procurado es buscar gentes con voces que tuvieran ecos mutuos (esto último me ha salido algo cursi, pero vale). Este propósito me ha resultado siempre terriblemente cansado y muy frustrante. Debí leer antes a Bukowski:
-aíslate y
haz tu trabajo, y si
debes mezclarte, mézclate
con aquellos que
no tienen el menor interés
en lo que tú consideras
tan importante