MENTE Y CORAZON
inexplicablemente estamos solos
solos por siempre
y así es como
debía ser,
nunca debió ser
de ninguna otra manera;
y cuando empiece la lucha de
la muerte
lo último que quiero ver
es
un corro de rostros humanos
rondándome;
prefiero que sólo estén mis viejos amigos,
los muros de mi ser,
que sólo estén ellos,
27 SEPTIEMBRE 2007
© 2007 pepe fuentes