(diez horas). «Sí, hay días que lo mejor sería anular el programa y quedarse suspendido en una penumbra vacía y esperar a que la luz se restablezca por si sola.» La frase anterior, aunque no lo parezca, es mía (cuando la he leído me he sorprendido gratamente), la escribí, en el dichoso blog, el veinticinco de enero de dos mil seis y me parece buena. Han pasado dos años y aquí sigo, igual o peor. ¿Qué ha ocurrido en estos dos últimos años? yo que sé; en estos momentos no tengo ni idea. Sólo sé que la frase es perfectamente válida para hoy, que tampoco se me ocurre nada, pero no estoy dispuesto a suspender o cancelar el programa; como mínimo estaré hasta las tres de la tarde a vueltas con todo esto. Luego comeré y después…supongo que volveré a la nueva web, (o no).
Ah, seguimos en Chicago; hemos conocido a Lucía Mae y me parece una pequeña preciosidad. Como todavía no tengo fotografías de ella continuamos con Chicago.