quince de febrero de este año (que acabará enseguida, me temo). Una vez más me acerqué al mercado del arte: Arco, Madrid (bueno, yo y 180.000 personas más, según los que organizan el asunto). No voy a comprar, no tengo dinero para estos menesteres y, además, en caso de que me interesara alguna obra y pudiera permitírmela, exigiría al «artista» en cuestión que él me comprara a mí también, y si no, no habría negocio, naturalmente. A mi me daba igual la mercancía expuesta: he pasado del vivo interés de hace unos años a una indiferencia olímpica. A qué fui entonces? – a fotografiar -.
17 MARZO 2008
© 2008 pepe fuentes