Maduro y serio: no sé con precisión lo que son ambas cosas, no obstante, me arriesgaré a definirlas (he consultado diccionarios y las acepciones son decepcionantes). Madurez: quizá sólo un ablandamiento general: de cuerpo y alma. Seriedad: poco dado a la risa y a la ilusión superficial. De todos los hombres solos que fotografíe la bochornosa tarde, éste es el que más interesante me pareció; al menos se adivinan en su cara líneas bien definidas que parecen indicar experiencias existenciales de una cierta intensidad. Además, las sombras de la expresión y de la fotografía, añaden un cierto misterio a su semblante. Aunque, ¿quién sabe? .
Las sombras: unas ocultan, otras descubren. Antonio Porchia