…Siempre te has conformado con una vida tranquila en la que organizas los pequeños placeres cotidianos que te llenan de satisfacción y los celebras como verdaderos acontecimientos. Has construido tu vida con materiales esenciales que son los que sostienen la vida más natural y auténtica. Para qué más. En ti lo aparentemente difícil es tan fácil que resuelta envidiable. Resuelves de forma generosa todos los requerimientos que la vida te pone por delante, como por ejemplo tu inmensa dedicación a Omar, ahora que necesita de tu ayuda. Me conmueve tu entrega sin reservas. En fin, hablando de otras cosas más sencillas: recordarás que siempre hemos tenido acaloradas polémicas sobre la longitud de onda de la vida, -el hasta dónde tenían que llegar los anhelos y las ganas-. No solíamos estar de acuerdo (ahora ya nos lo tomamos con más calma), pero nunca, que yo pueda recordar, esas diferencias ha sido causa de disgusto o alejamiento. Ahora, como siempre, nos sentimos incondicionalmente cerca, por lo que no necesitamos vernos asiduamente, sólo de vez en cuando, cuando toca; aunque siempre es una fiesta encontrarnos. Sé y es muy reconfortante para mí, que en el hipotético caso de que todo fallara, que el mundo se hundiera irremediablemente, podríamos contar el uno con el otro, seguro. Gracias por colaborar en esta ceremonia afectivo-fotográfica que deseo que no sea la última, porque a los que ya sólo nos queda cuidarnos (no tenemos territorios mundanos que conquistar), estos encuentros aportan textura y placer a nuestras vidas. Un fuerte abrazo a los dos.
24 MARZO 2009
© 2008 pepe fuentes