CARTA FOTOGRÁFICA A MI AMIGO MANOLO, A PROPÓSITO DE SU VISITA A MI –HABITACIÓN DE RETRATAR-.
Querido Manolo, eres el último. Llegaste a mi –habitación de retratar– a las seis de la tarde del diez de febrero de dos mil nueve; eres metódico en tus costumbres cotidianas y contigo no es fácil contar antes de esa hora. No empezamos a fotografiar hasta las siete y media; antes nos dedicamos a charlar con ganas, porque hacía en torno a un año que no nos veíamos. Pero no quiero saltarme hitos en nuestra amistad. Veamos, Manolo, quiero hacer un poco de memoria sobre ti y ambos. Creo que fue en 1978 cuando nos conocimos. Acabábamos de interesarnos por la fotografía, cada uno por un lado, claro, y yo al menos me encontraba sólo, sin nadie con quien compartir y celebrar la nueva afición. Nos localizamos a través de un periódico y enseguida quedamos para vernos. Fue en mi casa, a la que llegaste antes de que terminara de comer (ahora sales de tu casa más tarde), e inmediatamente entramos en materia: técnicas de laboratorio, qué cámaras teníamos, qué tipo de fotografías hacíamos; en fin, la excitación de encontrar a alguien con el que compartir la pasión por la fotografía. Ese primer día creo que definió el tipo de amistad que tendríamos a lo largo de tantos años. Soy de la opinión que los primeros momentos son los que marcan acusadamente la relación por venir…
25 MARZO 2009
© 2009 pepe fuentes