…Dos meses después;
apareció ELLA.
Fue la noche del doce de Mayo.
Tan sólo hace unos días hizo
DIECINUEVE AÑOS
y me apetece recordar
como fue nuestro encuentro.
Era sábado. Luís se pasó por mi casa
a las diez de la noche,
Nos fuimos a dar una vuelta,
como siempre, a intentar ligar.
Alrededor de las doce llegamos a una
discoteca clásica en la ciudad.
Había bastante gente.
Pedimos muestras copas y nos
apoyamos en un lado,
a mirar con displicencia y deseo
al mismo tiempo, como siempre.
Era la dudosa estrategia
de seducción que yo siempre
ponía en juego, de escasos resultados;
pero que daba cobertura
a mi timidez o cobardía.
En las discotecas siempre miraba,
nunca bailaba, (ahora tampoco).
Siempre me ha parecido más excitante
una mirada a una cierta distancia,
cargada de intención,
que la obviedad sudorosa
del ejercicio ensimismado del baile.
Ella si bailaba con una amiga
cerca de nosotros, nos miramos,
y creo recordar que nos sonreímos,
al fin y al cabo nos conocíamos
de vernos por nuestra pequeña ciudad,
desde hacía años…