23 SEPTIEMBRE 2009

© 2009 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2009
Localizacion
Edimburgo (Escocia)
Soporte de imagen
-35 MM. Kodak. High-Speed Infrared 3200
Copiado máximo en soporte baritado
3
Fecha de diario
2009-09-23
Referencia
3872

Otro de los personajes de la novela de Murakami, o el mismo, no me acuerdo, dice: «Pertenezcan a quien pertenezcan en origen los sueños, tú los has compartido. Y, en consecuencia, debes asumir la responsabilidad sobre lo que ha ocurrido en ellos. Porque, en definitiva, ellos se han infiltrado en ti a través del oscuro pasadizo de tu alma». Momentos después de transcribir esta cita, inopinadamente, me dormí y soñé. Fue un sueño del que me costó salir: –llegué a un edificio de oficinas en el que había muchas personas, algunas vagamente conocidas, me acerqué a una especie de ropero y allí, a petición de una mujer también remotamente conocida, me quité la camisa y se la di para que me la guardara;  me quedé con el torso desnudo y comencé a deambular por el edificio sin ningún propósito. Enseguida me di cuenta que todo el mundo estaba severamente vestido menos yo; todos me miraban extrañados, me señalaban y se reían. Sentí una opresiva vergüenza y me dediqué a buscar mi camisa desesperadamente, pero había desaparecido. Una insoportable y creciente sensación de ridículo me atormentaba. Quería despertarme del ominoso sueño; pero no podía hacerlo mientras no encontrara mi maldita  camisa. Finalmente salí del edificio y del sueño-. En este sueño no hice daño a nadie (en otros me comporto insensiblemente), sólo a mí y sí, me parece que el sueño, como dice el personaje de Kafka en la Orilla, era una supuración de experiencias vividas, pero que se me han podrido por dentro. Ahora, casi todo lo ya vivido me parece estúpidamente ridículo. Lo peor es que la historia sigue y el ridículo no acaba nunca.  

Pepe Fuentes ·