…Salí de las flamantes y quiméricas instalaciones. Aunque quizá habría sido interesante comprobar si los viajeros que supuestamente llegaban a las 16:30, se volvían aterrados ante el despoblado panorama, cuarenta y cinco minutos después. Algo no funcionaba bien en el lugar, ni en mi cabeza. Observaba lo que no sucedía a mi alrededor, pero ni entendía ni fotografiaba. Es recomendable que el Microviaje contenga ambas cosas. Cogí el coche y me dispuse a dar una vuelta por las carreteras que circundaban el fantasmagórico aeropuerto. A poca distancia, aproximadamente a kilómetro y medio, se divisaba un edificio de curiosa forma y colores llamativos. Tenía que verlo de cerca, por supuesto…
5 NOVIEMBRE 2009
© 2009 pepe fuentes