…Qué es entonces retratar fotográficamente? Creo que no lo sé muy bien; o al menos no lo sé ahora. Sólo intuyo que, una sesión de posado bien podría ser una sesión de reposado del fotografiado, con el propósito de atisbar sedimentos existenciales asomados al borde de su mirada o las huellas de batallas libradas, diseminadas en su piel y en sus gestos. A mediados de los ochenta me propuse y realicé unos cuantos retratos y, revisados ahora, me siento razonablemente satisfecho de algunos, muy pocos. No sé si estoy dotado como retratista consciente, o dicho de otra forma, no sé si soy capaz de extraer «la sombra» (Barthes) de los posibles retratados ante mi cámara. Sin sombra no hay retrato, sólo ilustración, prescindible, banal, aunque resulte más o menos pulcra. Tampoco se trata de proponer al fotografiado una sesión psicodramática desgarradora y poner la –habitación de retratar– perdida de sustancias espirituales, viscosas y altamente tóxicas…
4 ABRIL 2010
© 1984 pepe fuentes