…El viernes transcurría levemente bajo el cielo encapotado, en Viena. Mi mirada resbalaba por las fachadas agrisadas y soberbias. Algunas personas solas caminaban enmarcadas por edificios magnificentes, bellos, espléndidos. Me fascinó la elegancia de esta mujer, siguiendo la fatídica y hermética línea de la fachada del palacio…
«Haber sido creados para concebir lo inconcebible y soportar lo insoportable: he ahí lo que hace tan insoportable nuestra vida y lo que, al mismo tiempo, la hace tan inagotablemente rica». Arthur Schnitzler
15 MAYO 2010
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