18 JULIO 2010

© 2010 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2010
Localizacion
Mafra (Portugal)
Copiado máximo en soporte baritado
3
Fecha de diario
2010-07-18
Referencia
4365

Cinco de Junio III: hoy más sobre «Zoos, haitianos, y propósitos fotográficos fáciles o difíciles, y también sobre la fama». Veremos si soy capaz de desarrollar una ocurrencia que he tenido mientras daba mi paseo presenil, que me ocupa una hora y quince minutos diarios, por la mañana, temprano, porque luego hace mucho calor. Mientras caminaba me he ido explicando cuidadosamente la diferencia inequívoca entre una gran fotógrafa y yo (el problema de mis reflexiones paseadas suele ser que cuando llego a mi casa ya no me acuerdo de casi nada). Intento recordarlo: ella es mundialmente reconocida; yo, completamente desconocido; pero lo  que lo que realmente me gustaría es ser como ella. La fotógrafa se llama García Rodero, es más o menos de mi edad y de un pueblo cercano al mío. Realiza fotografías parecidas a la de hoy, pero con la diferencia de que en vez de rinocerontes mojados, que no supone ningún esfuerzo y que además es muy barato, sólo el importe de la entrada al Zoo, ella fotografía gentes lejanas, por ejemplo haitianos, también embarrados, pero en estado de trance (el rinoceronte creo que también lo está, pero no es lo mismo). Claro que ir hasta Haití es mucho más costoso y complicado. Además, ella utiliza argumentos y motivaciones transcendentes como la antropología, la sociología y cosas así, que aunque sean completamente ajenas al hecho fotográfico en sí, siempre han venido muy bien para colar la banalidad. El otro día, fortuitamente, me enteré que la tal Cristina G.R., ha ido nada menos que a Cuba a fotografiar la esencia o el alma cubana. Además, un importante medio de comunicación, le ha dado soporte mediante su corresponsal, que la acompañaría anotando escrupulosamente las veces que pulsaba el disparador y hacía quién dirigía su prodigiosa cámara. Me pregunto ¿cómo alguien puede arrogarse la capacidad de mostrar el alma de un lugar, o de alguien, o de algo? Sospecho que el texto de hoy encierra un cierto resentimiento hacia el mundo (también puede definirse como vulgar envidia), porque a mí no me reconoce nadie y tampoco envían a mi casa un reportero (me conformaría con un becario, con futuro o sin él), a mirar como creo incesantemente fabulosas fotografías; aunque sean de rinocerontes hechos un asco (claro, que no se pueden comparar a los haitianos, que también aparecían en las fotografías de la García Rodero en un estado encenagado y pringoso lamentable)…         

Pepe Fuentes ·