…Este asunto de –lo que (creo) he dejado atrás en fotografía-, me puede dar mucho de sí, pero ya estoy cansado y aburrido de hablar de fotografías que no me entretienen, y que ahora me parece que no lo han hecho nunca; aunque de eso no estoy seguro. Otra de las series cuestionadas, aunque menos que las dos anteriores, es: -Sitios abandonados- y la razón esencial es que las fotografías que la integran me gustan más. Además, la temática en sí, se presta a una mayor complejidad fotográfica y literaria. Conceptualmente pueden intervenir exaltaciones elegiacas, reflexiones sobre el paso del tiempo, la lírica de lo perdido, de lo olvidado, la belleza de lo ya inútil, y un sinfín de argumentos tremendamente artísticos porque hablan de destinos trágicos e ineludibles. Fotográficamente, además, dan más juego; por ejemplo, el polvo depositado sobre los objetos (ese es un recurso que, aunque sabido, no falla nunca), o las superficies deterioradas, desconchadas. Los lugares solitarios, las casi surrealistas formas de construcciones que han perdido su función y además han sido abandonadas. Los rincones donde se apilan objetos heterogéneos, rotos, descompuestos, y tantas, tantas cosas. Decididamente es una temática inacabable y resultona. Pero ya está; con lo que he hecho (demasiado), es más que suficiente. Hay un denominador común en las tres series tratadas: todo lo fotografiado es reconocible y está muerto. Ahora prefiero que cuantos más seres vivos haya en mis fotos, mejor…
21 AGOSTO 2010
© 1996 pepe fuentes