Veintisiete de septiembre. Diez y cinco (a.m.): es lunes y el sol se ha hecho presente a la hora que le tocaba. Sin ningún impedimento. Es un sol que aunque de Septiembre, se parece al de Octubre. Otoño ya. También yo. Veamos, miro la lista azarosa de fotografías del VIAJE, la que toca hoy, y me encuentro con ésta. No se me ocurre nada «real» que decir sobre ella. La podría ubicar, señalar dónde está realizada y por qué; pero no quiero. Eso no añadiría nada a la fotografía ni a mí. También podría desarrollar una teoría conceptual sobre formas y texturas, o quizá no sería capaz, pero da igual, porque tampoco me apetece hacerlo. También aventurarme a indagar sobre cierto sentido o percepción de la realidad o tal vez de la metarrealidad fotográfica. Me pregunto: ¿la fotografía es en sí misma el resultado inevitable de una percepción metarreal? Dónde están los límites? Aún a riesgo de caer en un decepcionante simplismo, creo que se encuentran en uno mismo; tanto como realizador, como espectador.
21 OCTUBRE 2010
© 2010 pepe fuentes