Después del interludio afectivo de ayer, sigo con la sucesión de fotografías elegidas por el azar. No así la selección previa, que es enteramente mía. Sin embargo, no puedo afirmar con la misma rotundidad la decisión de realizarlas o no, porque esa elección sospecho que procede de ámbitos de mi conciencia sobre los que no tengo el control absoluto. Hace unos días decía que había empezado a leer a Joan Fontcuberta con interés. Sigo leyendo y mi interés no decrece sino que aumenta. Bien, este pensador preclaro del hecho fotográfico, dice cosas como: «Para los surrealistas, la fotografía equivalía en el plano de lo visual a lo que la escritura automática representaba para la poesía: la cámara hacía emerger el inconsciente escondido en la mirada». Me lo creo…
24 OCTUBRE 2010
© 2010 pepe fuentes