Seguimos con el capítulo de las CIUDADES, en el que por petición del «fotógrafo» actuaré de introductor (creo que está algo aburrido de sí mismo). Caminando por cualquier calle, la mirada se dirige, automáticamente, a las fachadas de los edificios, única parte visible de los mismos. Es allí donde la mirada se detiene. Qué habrá detrás de lo que las fachadas esconden, y las puertas, y las ventanas. El «fotógrafo» siempre busca algo en las fachadas, pero claro, esas superficies verticales e inacabables, casi nunca muestran mucho más que una asepsia imperturbable e indiferente a la curiosidad de fotógrafos desorientados pero voluntariosos. Pero, cómo no rendirse, de vez en cuando a una configuración geométrica diferente, o levemente sugestiva, o a una textura cansada, o a un escaparate imposible, o a unas puertas herméticas y eternamente cerradas. Pues eso, a mí como al «fotógrafo», me interesan las fachadas de los edificios secretos. Como no podía ser de otro modo, la serie se titula: -Allí, donde la mirada se detiene-
5 ENERO 2011
© 2006 pepe fuentes