19 ENERO 2011

© 2006 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2006
Localizacion
Chicago (EE.UU.)
Soporte de imagen
-35 MM. Kodak. High-Speed Infrared 100
Soporte de copias
ILFORD MULTIGRADO BARITADO
Viraje
SELENIO
Tamaño
18 x 28,5 cm
Copiado máximo en soporte baritado
3
Copias disponibles
3
Año de copiado
2011
Fecha de diario
2011-01-19
Referencia
2082

Si hay un elemento, eventualidad, circunstancia o fenómeno, con capacidad para determinar la percepción de la «realidad» física, de la materia constatable y verificable con la mirada y el tacto, es la luz. Y, quizá especialmente, la presencia de las sombras, también determinada por ella. Siempre son ellas las que revelan y ocultan, y por lo tanto dicen. Después de esta improvisación, tan académica por cierto, que el «fotógrafo» denigra sin dudarlo un instante (lo entiendo, es sabida y por lo tanto aburrida), me pregunto qué puedo decir de una serie llamada:-Sombras en las ciudades-. La presencia de sombras en una fotografía convoca a la poesía y al misterio. A la expresión dramatizada y al lado oscuro de la supuesta realidad, siempre tan cuestionada por el «arte». Nada más sugestivo y fuertemente expresivo que una sombra perfecta y necesaria. Un mismo sitio puede tener tantas interpretaciones como quieran o digan las sombras que sobre él se ciernan. El fotógrafo lee lo que he escrito, levanta la vista y me mira con suficiencia irónica, y lo que es peor, sombríamente. Me da igual. Tampoco él ha estado nada creativo con el título; es una simpleza. Por añadir algún matiz que enriquezca un poco mi escrito me acuerdo de un tal Sánchez Cámara (nombre nada artístico, por cierto), que escribe sobre arte, y que unas veces me gusta y otras no. Dice: «Todo arte genuino es metafísico, espiritual. Reflejar o duplicar el mundo no es tarea del artista». Declaración tremendamente equívoca y peligrosa para la fotografía «naturalista», como casi toda la que realiza nuestro «fotógrafo». La cita es casi una declaración de guerra. La utilización de -juegos de sombras-, es uno de los recursos con los que este tipo de fotógrafos pueden intentar reinterpretar las lecturas «duplicadas» del mundo. Si tienen talento, claro. Busco una mirada comprensiva del «fotógrafo» por la mediocridad de mi presentación y le pido que no dramatice porque, inevitablemente, todo esfuerzo por saber verdaderamente es inútil. «El autor perdona porque se esfuerza en comprender y se hace perdonar por lo necesariamente precario que es siempre su acto de comprensión» Francisco Calvo Serraller

Pepe Fuentes ·