«Una buena sonrisa, innecesaria y absurda, es un tónico». Pedro Juan Gutiérrez
A poco que me descuido las cosas me salen serias y transcendentes. Llevo mucho tiempo ya intentando arrojar de mi manera de ser una leve pero indeseable «pedantería». No lo consigo, la llevo en las entrañas. Las últimas series de Gentes que he presentado me han salido algo tristonas (y un poco pedantes). Sin embargo, afortunadamente, no creo ser triste, ni depresivo, ni fatal. Aunque tampoco soy alegre, ni divertido. Más bien creo ser blanquinegro tirando a gris perla. Quizá la elección de este color sólo sea un deseo de discreción, porque la sutileza del gris siempre me ha parecido elegante y espiritual. Desde mi sentido de la vida, un tanto desvaído (y ligeramente pedante), pero siempre dispuesto al colorido y a que todo vaya mejor de lo que va, me gusta fotografiar personas que sonríen o ríen abiertamente. Por eso esta serie la he titulado: -Las alegres verdades-. La alegría es verdad, porque si fuera mentira no sería alegría, sino una ridícula mueca sin sentido. La risa también es verdad, aunque, en demasiadas ocasiones sea vulgarmente estúpida.
30 ENERO 2011
© 2009 pepe fuentes