…A medida que avanzaba por caminos que se acortaban misteriosamente, y que fotografiaba incesantemente, pensé que quizá nada de lo que estaba haciendo tenía sentido. Para protegerme del desolador desconcierto y desanimo me dije: -estás realizando fotografías existenciales-. Por qué? -me contesté, sorprendido por la ocurrencia-. -No lo ves, un paisaje con caminos que se pierden en la bruma son una metáfora del destino dramático del hombre en la vida-. ¡Qué bonito! Esa idea me animó a seguir fotografiando con más urgencia y excitación. Era una de esas infrecuentes veces en las que me creo un artista total…
3 FEBRERO 2011
© 2011 pepe fuentes