…Dos hombres, silenciosos y circunspectos, pasaron a mi lado en dirección contraria, sin apenas mirarme. Se alejaron por un camino que no supe si sería -su camino- o también estarían algo perdidos, como yo. Me pregunté qué sabrían ellos de -existencialismo-. Sospeché que su vida tenía tan poco sentido como la mía: eran las once de la mañana de un lunes de enero (hacia mitad de mes), y caminaban sin hablarse y sin rumbo, por un camino que no llevaba a ninguna parte…Pero, como yo, estaban persiguiendo el sentido que pudiera tener un lunes de mediados de Enero, luego eran tan existencialistas como yo. Ya lo dijo Jaspers, según cuenta Russell: «En general, podemos decir que, mientras que el nivel de ser-ahí está regido por la razón, el campo de ser-yo está gobernado por los estados de ánimo»…