Vuelvo a presentar series. Obedece a dos razones: primera, no tengo otra cosa que contar, segunda, me siento urgido a terminar con el propósito de reordenar las series fotográficas, que no es otra cosa que un despropósito. He echado un vistazo al calendario y he comprobado que quedan dieciséis días para finalizar el mes. Par. Me he alegrado porque así incluiré dos series por capítulo. De esta forma será más entretenido, espero (este asunto, en demasiados momentos, me está resultando muy tedioso). Comenzaré con LA FOTOGRAFÍA. Es obvio y necesario que dedique un capítulo al soporte y lenguaje en que me suelo ocupar (aunque también paseo, veo cine en televisión y, de vez en cuando, leo un poco). También me dedico a mí mismo, aunque no sé muy bien en qué consiste esa incompresible tarea: «en realidad todos nos contamos la historia de nuestra propia vida con la ilusión de seguir siendo nosotros mismos: vivimos con la idea de que no podemos conocernos, pero sí narrarnos» Ricardo Piglia. La serie se titula: -El tiempo de la ilusión-. Recoge una selección de las primeras fotografías que hice, a lo largo de dos años aproximadamente (1978-1979). Las mostré en dos exposiciones consecutivas en sendas galerías (un prodigio de gestión que nunca he conseguido igualar). Fotográficamente, debí evitarme todo lo que he hecho después. Nunca he conseguido nada mejor en frescura, intensidad y pasión y, lo que es peor, gozar de una gran –ilusión– por lo que supuse que sería capaz de hacer (y que no hice).
13 FEBRERO 2011
© 1979 pepe fuentes