–Los perturbadores cementerios-título de esta serie del capítulo Misterio. «…nos conmueve mucho más la inesperada visión de una tumba desnuda y solitaria. Sea de quien sea, es la nuestra». Rafael Argullol. A mí también me inquietan las que tienen nombre; siempre me imagino al muerto y, además, imagino una cara posible para el nombre que figura en la lápida. Pero aún me llama más la atención la edad a la que han muerto y me sitúo, inevitablemente, en relación al fatídico momento. Todas esas elucubraciones quizá sean un juego idiota, o más bien un ejercicio neutralizador del desasosiego que me provocan los cementerios. No parece que a Philip Roth le pase lo mismo, él tiene una percepción de los cementerios más próxima a la razón desapasionada que a la cobarde turbación: «Lo que demuestran los cementerios, al menos a las personas como yo, no es que los muertos estén presentes, sino que ya se han ido. Ellos se han ido y nosotros, por el momento, aquí estamos. Esto es fundamental y, por inaceptable que resulte, muy fácil de entender».
21 FEBRERO 2011
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