…lo peor es que esa lógica, inexorablemente, me puede conducir al deseo de exponer públicamente las copias que tanto me exigen, hecho que me espanta por su inutilidad y más que probable fracaso (vuelvo a la inseguridad, confusión e impotencia). Toda la obra, gestos o acciones que no estén revestidos de genialidad y rutilante brillantez o belleza están condenados a la futilidad, o lo que es peor al ridículo. El camino de la modestia o la mediocridad debe ser evitable y perfectamente prescindible, a no ser que uno adolezca de una alarmante falta de prudente inteligencia. No obstante, sí me parece importante entregarse a una actividad febril e incluso obsesiva, si eso ayuda a que uno se reconstruya (a una cierta edad sólo caben las rehabilitaciones o las reformas, porque el edificio hace tiempo que se terminó). «Pasar el tiempo es algo que me da miedo, no quiero que pase, y si tiene que pasar que me cambie y me mejore». valter hugo mae (este autor,
curiosamente, escribe su nombre en minúscula, como yo, y en ambos casos me parece que sé por qué).
9 JUNIO 2011
© 2008 pepe fuentes