Capítulo V: SE HABÍAN VESTIDO PARA GUSTAR…, y, aparentemente, tiene que ver con lo que dije ayer sobre la subordinación de uno de los miembros de la pareja al otro o de ambos entre sí. Pero no, nada o poco tiene que ver eso con la fotografía de hoy, ni siquiera metafóricamente porque sería muy burdo por mi parte este tipo de sugerencias. Lo único que pasa hoy es que este tipo, por la indumentaria y el gesto, parece que sexualmente es un sumiso y quizá en otras facetas de su vida no lo sea en absoluto. No lo sé. Tampoco sé nada, absolutamente nada, sobre este tipo de motivaciones erótico-festivas. Nunca me he sentido atraído por ellas; ni siquiera por curiosidad. Aunque he conocido a algunas personas que practicaban esa variante sexual, y me he aproximado a obras de creación como películas y literatura, siempre he sido impermeable a esa posibilidad. Tampoco he sabido qué y cómo sienten sus cuerpos en los momentos de paroxismo erótico-lesivo. Aún a riesgo de perderme algo, siempre he preferido que me acaricien a que me zarandeen…
13 AGOSTO 2011
© 2011 pepe fuentes