EPÍLOGO: El modo de articular los textos ha sido completamente heterodoxo: primero he leído y seleccionado; luego he transcrito; luego he desordenado y vuelto a ordenar según me ha parecido. En consecuencia, el orden secuencial en que aparecen los textos, en poco o nada se parecen al desarrollo narrativo del ensayo original. En cuanto a las fotografías que han aparecido, las he colocado como siempre hago: realizo fotografías como mejor me parece y de motivos que me atraen a medida que deambulo por ahí (en este caso en Francia), sin pensar, nunca, en la escritura. Escribo o selecciono textos que igualmente me surgen al margen del hecho fotográfico. En una tercera fase o momento cruzo unas cosas y otras y encajan, claro que encajan (al menos eso creo), y sólo es por una sencilla razón: todo lo he pergeñado yo. Ah, y una curiosidad más: me ha resultado inevitable, a medida que leía el ensayo de Cioran, pensar en ciertas analogías decadentes con mi propia ciudad; salvando la sideral distancia cultural e histórica entre los franceses y los míos.
¿Francia? El rechazo del misterio. E. Cioran
31 OCTUBRE 2011
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