Paréntesis 2. En fin, doy vueltas y me distraigo con otras cosas para eludir contestarme a la dichosa pregunta sobre mis ignoradas razones que me asaltó ayer. No obstante, intentaré algunas respuestas, todas verosímiles y lo contrario, al mismo tiempo:
–pudo ser porque con el pretexto «artístico» habría conocido a personas que me caen bien pero que son inaccesibles para mí-
-o quizá, porque así tendría dos retratos más para mi propósito: «La habitación de retratar», de personas de mucha relevancia artística y cultural-
-o tal vez, porque esperaba que ellos me abrieran alguna puerta al escaparate del mundo del arte»-
-o porque, habría conseguido tener una experiencia social o personal interesante-
-o pasar un buen rato alejado del aburrimiento-
Tonterías todas, me parece, porque visto ahora, dos años después, creo que fue un gesto inútil y prescindible que no volveremos a repetir nunca. A estas alturas, a mí me importa una bledo conocer gente interesante o no. Creo que ya puedo dar por contestada la pregunta y olvidarme del asunto. Naturalmente ha sido mérito del paso del tiempo, que convierte casi todo lo hecho en ridículo y olvidable. El tipo de la fotografía soy yo, imaginándome haciendo ese tipo de propuestas «artístico-sociales» (lo de la cabeza es un orinal de plástico).
17 DICIEMBRE 2011
© 1985 pepe fuentes