PRÓLOGO Julio. Mes de temperatura extrema. No hay intervalos. No hay tregua. El Diario, este mes de sofoco y neurastenia, una representación en tres actos con dos argumentos contrapuestos, aunque difusos e intercambiables: La Realidad y la Ficción; la Memoria y el Olvido; la Vida y la Muerte.
Diez días para cada una de ellos. Cada día, una Cita y una Fotografía. Las citas: de Otros. Las fotografías y el orden de actuación: de -el Fotógrafo- (que realmente no lo es). Así son las cosas cuando cunde el desánimo. Época de sequía y de exigua recolección. Los lechos de los ríos se resquebrajan y sólo las arteras culebras serpentean entre las hierbas resecas. El hombre, mientras, hasta que llegue la lluvia y afloje el calor, esconde su desorientación en espacios umbrosos y desolados sin saber hacia qué lado dirigirse. Extiende los brazos y palpa la pared intentando orientarse, pero nada, sólo estupor e incertidumbre. No entiende nada ni sabe de nada, sólo puede recordar todo el ridículo que acumula su memoria, y así hasta que por fin estalle en mil informes y deformes pedazos.
P.S: El Fotógrafo (que realmente no lo es), declara solemnemente que, después de varios años intentándolo, por fin lo ha conseguido: -fotografías y textos nada tienen que ver entre sí-. Por ello, y mientras llega el seguro y
clamoroso reconocimiento mundial, se felicita a sí mismo abrazándose.
Efusivamente.
1 JULIO 2012
© 2012 pepe fuentes