22 AGOSTO 2012

© 2009 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2009
Localizacion
Toledo (España)
Copiado máximo en soporte baritado
3
Fecha de diario
2012-08-22
Referencia
3651

Hoy hace dos meses ya (para determinadas cosas no tengo ninguna prisa), que leí en prensa que habían dado el premio de PhotoEspaña (ah, esos endogámicos y obsesivos, siempre a vueltas a los mismos) a A. G. Alix. El jurado que lo ha decidido ha visto en G. Alix una obra caracterizada por la «autenticidad de su mirada y su experiencia vital«, con un estilo único que se ha convertido en referente «dentro y fuera» de las fronteras españolas (El Mundo, 22.06.2012). A mí ese tío me mata. Siempre está ahí, en la cresta de la ola, en la espuma de los días, en la pura efervescencia fotográfica y artística. Mostrando su careto en el que aún quedan algunos signos de su encanallamiento pasado, ya no es el que era ni mucho menos, ahora su cara se va aplanando y vulgarizando, pero todavía le queda un poco de margen para representar su papel de «artistazo» total. Ah, y siempre soltando sus frases brillantes (sale a ocho o diez por entrevista o reportaje periodístico), bueno, es que me tiene «frito». Por ejemplo, con motivo de su flamante premio ha soltado frases como: «La primera regla es no falsificar mis emociones. Luego busco constantemente la virtud de mi mirada, el ojo que he educado en todos estos años, y me pregunto qué quiero ver. Siempre es un juego mirar por la cámara. No es la realidad lo que vemos, sino lo que queremos ver, siempre filtrado por una emoción».Y otras, como la que más me ha gustado: «Con palabras todo es visible. Sólo ellas acercan nuestros ojos al infinito» A. G. Alix. Y además se nota bastante que lo cree el tío. Siempre lo he dicho y lo seguiré diciendo: ¡qué grande es Alberto! ; porque, sobre todo, él representa un referente más de mi falta de altura, dado que nos dedicamos a lo mismo (supongo). Por eso él es Él, y Yo soy yo. Por ejemplo, y entre otras cosas, a mí, una reflexión como la de las «palabras, los ojos  y el infinito«, no se me ocurriría ni en cien años que viviera. 

Pepe Fuentes ·