…Pero bueno, no hay que desesperar tan enfáticamente, porque hay voces alentadoras para los que nos empeñamos en lo del amontonamiento de piedras, pero eso sí, con el condicionante del talento y la inteligencia a la que Verdú llama exigencia: «La ventaja de poseer una voz propia es de un valor infinito. Definitivo. Quien en la escritura o en la pintura se expresa a su antojo y con firmeza no hay ojo ni potencia que lo derribe. Pero para ello es necesaria una autoestima trufada de convicción y la convicción abrillantada por una experiencia exigente». Vicente Verdú.
7 ABRIL 2013
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