…Es obvio que los testimonios del «Académico», López Mondejar, que recoge Elsa Fernández-Santos, en un artículo sobre fotografía popular, me han irritado un poco. Y no debería, porque a mí no me importa lo que tenga que ver con la esfera pública y sociológica de casi nada, del arte, y tampoco del supuesto arte fotográfico, o al menos eso creía, porque me he enfadado con el «Académico». Sin embargo, en ese artículo, interesante desde luego, me ha llamado la atención una opinión de Jorge Ribalta con la que estoy de acuerdo y que cuestiona el trasunto del «Académico», dice: «Un autor es el que selecciona e interpreta los negativos de su archivo. Vieitez no es un autor, es la operación, como mínimo discutible, de un comisario o un historiador que interpreta su trabajo…La función del autor es hacer su propia selección y si no la hace él nadie más la puede hacer». Claro, nada más hay que decir a eso; en mi caso, por ejemplo, llevo años intentando interpretar el mío sin conseguir gran cosa (quizá debería encargárselo al «Académico», para que lo condene por narcisista, cuando me muera, claro)…
14 JUNIO 2013
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