…Reviso los resultados de mi sesión de revelado. En un primer vistazo no me doy cuenta, pero, a medida que paso la lupa por cada negativo, observo que en algunos fotogramas, discontinuos y en más de un rollo, aparecen «fugaces y vertiginosos movimientos de luz», de los cuales no me percaté. A veces, en el escenario de toma, suceden efectos inexplicables, raros e inquietantes, nunca se ven, sólo se presienten, y no siempre. En casi todos los lugares cerrados, deshabitados y solitarios en los que fotografío, durante todo el tiempo que permanezco en ellos, siento una desazón y ansiedad que se parece mucho al pánico. Incluso, cuando tengo previsto fotografiar en esos sitios marcados por la desolación, ya casi desde la noche anterior estoy inquieto, asustado. Me acerco a ellos turbado, cargado de una desasosegante incertidumbre…
15 NOVIEMBRE 2013
© 2013 pepe fuentes