…Bien, a pesar de que sólo hubiera en la exposición dos obras de De Chirico al menos había seis de René Magritte (tres en el capítulo turbaciones irresistibles y otras tres en el de la conversación infinita). Considero a Magritte un artista surrealista puro (si esa categoría existe). El surrealismo es un estado de vigilia lúcida o consciente, pero que se alimenta de ciertos automatismos inconscientes e irrefrenables, y también, por supuesto, de las vivencias oníricas, pero que no llegan por la vía de la transcripción taquigráfica de un sueño por la mañana, sino por el intrincado camino de los deseos que germinan casi imperceptiblemente en el espíritu consciente. Magritte bocetaba sus creaciones bajo el presupuesto surrealista, luego venía el meticuloso y lento proceso de la pintura, pero los enigmas del cuadro ya estaban formulados, vistos, luego valían, ya lo creo que sí, sobradamente…
«Yo sueño como todo el mundo, y en relaciones yo creo que es preciso subrayar que una pintura no es una pintura del «sueño». Se habla mucho de sueño, pero si hubiera que expresarlo mejor yo diría que se trata de la presencia del espíritu y no del sueño. Se trata de la presencia del espíritu porque estoy seguro de que lo que está en cuestión en mi pintura no tiene nada de imaginario. Se trata del mundo, únicamente del mundo, y no se puede hablar de lo imaginario más que si una cierta fantasía interviene para interpretar el mundo» René Magritte…
24 NOVIEMBRE 2013
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