27 FEBRERO 2014

Este mes, inesperada y azarosamente, ha sido muy de gatos. El día cinco me referí a lo que dijo James Joyce sobre encuentros felices y fortuitos, que es precisamente lo que ha marcado algunos días del dichoso diario fotográfico pepefuentes.com. Veamos, no me agradan los gatos. Son animales fascinantes, hipnóticos, no puedes dejar de mirarlos, pero su insolente ferocidad me da miedo. Su desconfianza huidiza resulta frustrante. Solo entienden de sus necesidades, lo demás les importa una mierda. Será que son sabios. Bukowski, que seguramente tuvo gatos, se refirió a ellos: «¿Tenéis gato? ¿O gatos? Cómo duermen, tío. Pueden dormir 20 horas al día y siempre están guapos. Saben que no hay nada por lo que merezca la pena entusiasmarse». Seguramente, yo, tan dependiente de todo y de todos, no puedo soportar su indomable independencia. Así que no, que no se crean más, porque al final, ellos y nosotros, lo mismo, y si no, pasen y vean. Mañana Burroughs y los gatos,  y todo lo demás que, pocos días antes de morir, en 1997, escribió en su diario…