…También está el eterno asunto que me interesa tanto, el de los galeristas. En cada edición me quedo fascinado con sus actitudes que me llaman poderosamente la atención. Prácticamente todos están ensimismados frente a una pantalla de ordenador, abducidos por lo que parece que sucede dentro de su maquinita, lo de fuera no parece interesarles en absoluto. Se supone que son personas conectadas y sensibles a lo que sucede a su alrededor (eso tiene que ver con el arte, creo). Bueno, pues no parece, son cautivos de otra realidad que habita en otra parte. Son como adolescentes pegados al teclado de su móvil comunicándose con quienes no están junto a ellos y que a su vez están haciendo lo mismo. Sería más inteligente e interesante que se juntaran con los que se comunican en la distancia y aprovecharan para hablar de algo. Claro que, entonces, enviarían mensajes a los que en ese momento no tienen al lado. Curiosos comportamientos humanos. Bueno, pues a los galeristas les pasa lo mismo. Disimuladamente me acerqué por detrás de algunos para ver sus pantallas y todos, sin excepción, tenían mosaicos de imágenes que parecían obras supuestamente artísticas. Actúan así porque tienen mucho trabajo, me dije, y me quedé tan tranquilo…
21 MARZO 2014
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