…Como ayer me puse estupendo con el «concepto» perdí el hilo de lo que contaba de mis andanzas del once de marzo, sigo: …me encaminé a la tienda donde podría comprar la tinta de escribir nombres como pie de foto. Cuando me aproximaba, por la calle más céntrica, luego una trampa mortal, vi venir, a lo lejos, a un tipo con el que trabajé en la oficina durante más de treinta años y me dije: -a ver, pepe, con ese tipo has convivido a lo largo de los años, y sumados todos los momentos, seguro que has hablado con él durante horas y horas; me pregunté: ¿hubo una sola frase o idea que dijera a lo largo de muchos años que te llamara la atención y que ahora puedas recordar, o algún rasgo de carácter y personalidad que mereciera tu atención?- No, nada en absoluto, me contesté, e inmediatamente me ordené -ni un minuto más de tu vida perdido con ese tipo- y entonces, antes de llegar a su altura, giré abruptamente por una bocacalle. Probablemente él, si se hubiera percatado de mi peligrosa proximidad habría hecho lo mismo, y encima por la misma salida de emergencia, lo que habría sido lamentablemente cómico, ridículo. Así son las cosas provincianas, maldita sea…
14 ABRIL 2014
© 2007 pepe fuentes