…Porque claro, ¿debe ser el arte y más concretamente el «contemporáneo», Bello? ¿Qué es la belleza en Arte? ¿Y en fotografía? ¿Pueden ser Bellas las fotografías y no solo testimoniales? Todas estas juiciosas y convenientes preguntas me confundían e inquietaban porque no tenía respuestas inteligentes para tamaña complejidad. No sé!!!…-me decía-…sospecho que la belleza no debe ser la piedra angular de nada importante por inaprensible e inconcreta. Hegel, según Azúa, decía que lo bello no es necesario por irrelevante: «Al arte moderno, dice refiriéndose al de su tiempo, no le interesa lo bello, sino lo significativo». A partir de esa lógica y obvia premisa, dada la imposibilidad de fijar los parámetros y medidas de la «Belleza», la «contemporaneidad» tendría que encontrarla desde ese aún más impreciso concepto: «Significativo». Pero, cómo se llega a esa cima sin caer en la evidencia o a lo sumo en la metáfora, o tal vez en un simbolismo simplista? Supongo que eludiendo obviedades y simplezas y abordando sencillas, sutiles e inteligentes finuras. También imagino que es en ese registro donde emerge y se manifiesta el talento. Por mi parte, no creía ni por lo más remoto poder llegar tan lejos y ni siquiera bastante más cerca…
2 JUNIO 2014
© 2007 pepe fuentes