…El caso es que con mis fotografías no tengo otra intención que aproximarme a los rostros y expresiones de las personas que por allí se mueven en ebullición alocada, lúcida y festiva. No, no son exactamente retratos, porque para que ese hecho extraordinario se produzca debe existir la voluntad expresa por ambas partes. Nada que no sea eso se podría considerar retrato, me parece. Pero, en la fotografía incidental que realizo en este tipo de acontecimientos, se pueden conseguir imágenes que «digan» sobre el ser humano y sus actitudes y decisiones. Sobre su estilo. Obviamente, mi intención está completamente alejada del interés descriptivo, informativo, sociológico, frívolo o reivindicativo (ya no estoy en edad de reivindicar nada, como mucho solo de cabrearme) porque además esa no es mi guerra. Tampoco de exaltar lo que es evidente e incuestionable, que en este caso sería el inalienable derecho a la libertad sexual (me estoy poniendo apestosamente obvio)…Sólo diré lo que me parece, como Woody Allen: «Hay dos cosas importantes en la vida; una es el sexo, y la otra se me ha olvidado».
5 AGOSTO 2014
© 2014 pepe fuentes