5 OCTUBRE 2014

© 2014 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2014
Localizacion
Varsovia, Polonia
Fecha de diario
2014-10-05
Referencia
7161

DIGRESIÓN TRES, Septiembre: Purge, de Antti Jokinen (Finlandia, 2012). La historia se desarrolla desde 1949 a 1992, en Estonia. En esos años los soviéticos mantuvieron una férrea dictadura que, como en todos los países que arrasó, hizo la vida invivible. A este pequeño país llegaron los rusos en 1940 y lo ensuciaron todo con los vómitos pestilentes de sus entrañas y con la sangre, mucha, a raudales, de los allí se encontraban. Poco después también los nazis hicieron exactamente lo mismo: dictadura sobre dictadura, y luego otra vez los de antes, que tanto sabían de hacer sufrir. Que trágica  y repugnante circunstancia. La película cuenta solo y nada menos que cuarenta y dos años de la vida de Aliide. O lo que es lo mismo, todo el tiempo crucial en la vida de una persona. Su familia y ella, especialmente ella, vivieron un interminable y agónico drama personal en un contexto trágico, opresivo, humillante, sin ley ni razón. Solo había espacio para el sufrimiento, la degradación que siempre aparece en los malditos sistemas totalitarios. No, no hay opciones ni alternativas vitales para los pobres seres sometidos. Pero la película no solo es un palimpsesto donde se escriben y reescriben formas y matices de la crueldad humana, no, también y sobre todo la película muestra un intimismo callado y cruel de un amor fou más allá de lo concebible. Una historia bella y trágica, insuperablemente narrada, donde el «tempo» dramático crece y crece inconteniblemente. La mezcla e interrelación de los tiempos de la vida del personaje está perfectamente intercalados y orquestados. Hay momentos del pasado, encarnados por Laura Birn, y del presente, por Liisi Tandefelt, y ambas están, sencillamente, perfectas y sobrecogedoras. Película compleja y convulsa, sin concesiones. No hay subrayados superfluos, gratuitos o enfáticos, solo la historia descarnada, verosímil y brutal. En la película, como en la vida, todo acaba mal, triste e inexorablemente mal; aunque también bien, amaneciendo, como cada día, como siempre…donde lo que acaba da el pie a lo que empieza.

Pepe Fuentes ·