27 ENERO 2015

DIGRESIÓN DOS (1): Boyhood (2014) guión y dirección: Richard Linklater. Cuando terminamos de ver la película, un viernes por la noche, acompañados por unos «chupitos» de whisky, le dije a Naty, quizá enardecido por el entusiasmo algo disparatado que había despertado en mí la película, que Linklater había seguido la evolución vital y real de los niños en el tiempo (doce años), especialmente la del chico, en un escenario de ficción representado por los padres y sus ficcionales circunstancias. Así me forjé un guión perfecto para esa película. Tan enardecido lo expliqué que Naty me miraba como a un alienígena y prefirió no polemizar conmigo a altas horas de la noche y después de demasiado whisky. Su silenciosa y callada perplejidad (me conoce bien y sabe cuando no estoy dispuesto a razonar) me hizo reflexionar al día siguiente: –quizás te equivocaste anoche– y seguí dándole  vueltas. Después de repensar la historia de Linklater, seguí aferrándome tercamente a mis argumentos: -qué sentido puede tener esperar doce años solo para mostrar la evolución física de los dichosos niños-. Bueno, realmente tenía que reconocer que los adultos también evolucionaron físicamente (la mamá mucho) y a ellos también les ocurrían bastantes cosas, buenas y malas…