8 ABRIL 2015

© 2010 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2010
Localizacion
Cuenca (España)
Fecha de diario
2015-04-08
Referencia
4262

…Cinco años después volví a Cuenca, cuando también sonaban los tambores de madrugada. Era dos mil diez y no observé ningún cambio. A la humanidad, desde siempre, le ha gustado tocar y tocar y tocar el tambor. El rítmico golpeteo emite vibrantes sonidos que percuten en alguna épica y ancestral fibra del alma. Es pura herencia genética y energética de tiempos inmemoriales. Supongo. A Luis Buñuel, en su pueblo, Calanda, también le gustaba tocar el tambor y debía ser por su tremendismo surrealista y transgresor. Siempre fue un proteico salvaje racial. Viendo el feroz entusiasmo de los conquenses por sus tambores, supongo que algo así debe moverlos a ellos. Sí, quizá yo podría sentir lo mismo, pero soy demasiado remilgado y pusilánime para tocar el tambor y tampoco nadie me prestó el suyo un ratito. Así que prefiero pensar que a mí tocar el tambor me trae sin cuidado. Y ya es tarde para empezar a cultivar un cierto instinto tribal, gregario y eufórico. Las manifestaciones masivas de tradiciones y culturas no me atraen especialmente, y de antropología, psicología evolutiva y todas esas cosas sé poco. Tampoco sé gran cosa de comportamientos e instintos grupales. Solo acierto a intuir que los individuos en masa se retroalimentan entre sí y pueden llegar a un nivel de enardecimiento inquietante, toquen el tambor o no…

Pepe Fuentes ·