Sigo cansado y sin una maldita idea sobre nada. Además, tengo un problema añadido, no tengo ganas de fotografiar y no es porque haya dejado de gustarme, apasionarme más bien, sino porque cada día que pasa a través de mi cuerpo infrautilizado (me he gastado sin hacer nada en especial) las energías se reducen. Me debe pasar lo que dijo Jules Renard a propósito de mis síntomas: «La pereza no es más que el hábito de descansar antes de estar cansado». Pero no es ese todo el problema sino que, además, voy en dirección contraria (a lo Benjamin Button) en cuanto a que cada día sé menos de todo lo que en algún momento supe un poquito (en realidad nunca he sabido nada en especial sobre nada). Ahora avanza mucho más rápido la máquina de olvidar que la de retener. Cuando empecé a fotografiar, más o menos sabía qué partes de objetividad me servirían para expresarme; ahora, sin embargo, ya no doy con ello con claridad, y tampoco oscuramente, que no sería lo peor, pues quizá una cierta glosolalia fotográfica me vendría muy bien para parecer un artista de una puñetera vez.
6 MAYO 2015
© 2012 pepe fuentes