10 MAYO 2015

© 2006 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2006
Localizacion
Nueva York (EE.UU.)
Soporte de imagen
-35 MM. Kodak. High-Speed Infrared 100
Copiado máximo en soporte baritado
2
Fecha de diario
2015-05-10
Referencia
2130

DIGRESIÓN TRES: de un tiempo a esta parte, por la noche, nos ha dado por ver series de televisión. Vemos todas las de calidad e interés que están emitiendo (o han emitido). A veces pienso que es una gran pérdida de tiempo cuando se enredan en acciones triviales, reiterativas y hasta prescindibles; pero es infrecuente porque, a pesar de duraciones exhaustivas, mantienen un ritmo intenso y sostenido. En estos días estamos viendo una muy antigua ya, largamente aplazada porque a mí me pareció, cuando lo intentamos hace tiempo, que era aburrida porque aparentemente no pasaba nada. He cambiado de opinión radicalmente porque sí pasan cosas, muchas. El protagonista absoluto de la serie hace lo que le da la real gana en el marco de su mundo y valores. Es dueño absoluto de su destino y de todas las personas que se mueven a su alrededor. Su negocio, de tradición familiar, le da dinero, mucho, pero lo más adictivo es el omnímodo manejo del poder, para lo que está especialmente dotado. Aunque haya sombra de duda en algunas de sus decisiones, por muy salvajes que sean, nunca se puede permitir flaquear. Es la pura lógica del negocio y del vivir en otra dimensión. Es asombroso como puede mostrarse tierno, generoso y sentimental en momentos, y en otros como el más terrible e inexorable ejecutor. Para mayor oscuridad del personaje, a veces aparece como un titubeante y frágil paciente de una muy compleja terapia donde descubre los tormentos de la memoria, la relación con su madre castradora, sus debilidades carnales, las monstruosas obligaciones de su cruel destino, y todo ello bajo el potente foco de los inconmovibles y eternos «valores». Esos  nunca se cuestionan, son el único y puñetero sentido de su vida. En el sustrato de esta historia están presentes los grandes trasuntos mitológicos de la literatura universal, desde las tragedias clásicas hasta Shakespeare. El honor, la traición, el poder, los vínculos de sangre, las pasiones, la conciencia, la culpa; todo, todo está ahí, palpitando en un baño de sangre y furia. Semejante prodigio de la naturaleza se llama Tony Soprano (James Gandolfini, inmenso y creíble)…    

Pepe Fuentes ·