25 DICIEMBRE 2015

© 2015 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2015
Localizacion
Berlín (Alemania)
Soporte de imagen
-120 MM- ILFORD DELTA 3200 (6400)
Fecha de diario
2015-12-25
Referencia
4292

DIGRESIÓN CUATRO, (conclusión). Gett: El divorcio de Viviane Amsalem, (2014). Guión y Dirección: Ronit Elkabetz, Shlomi Elkabetz. Intérpretes: Ronit Elkabetz, Simon Abkarian, Menashe Noy, Sasson Gabai.
Pues bien, la historia que cuenta la película, y que tiene visos de aplastante verosimilitud, ha hecho que me ocupe un monumental enfado por lo que intento hablar de ella sin conseguirlo del todo. Viviane Amsalem tarda cinco años en que la escuchen y aun así su victoria es pírrica. La película avanza en crescendo constante, sube y sube y no da tregua. Transitas por la historia a través de las expresiones silenciosas y reconcentradas de ambos cónyuges (espléndidas interpretaciones) y de un desordenado, por inmoral, orden anterior a la más oscura antigüedad. La pantomima del tribunal rabínico es ridícula, cómica si no fuera tan cruelmente patética e injusta. Su única función es apoyar la postura orgullosa e irracional del hombre, dar fe y organizar la función. Salvo eso, de nada sirve, porque la decisión efectiva es del marido. Es él y solo él quien decide. Ella suplica y él rechaza, niega con ademanes y palabras cerradas, tercas, sin sentido. La absoluta determinación de ambos elimina cualquier solución. Ninguno está dispuesto a renunciar y ese feroz combate de voluntades con unas reglas de juego trucadas a favor del hombre y de una trasnochada y absurda tradición hace de la película un absoluto espectáculo épico. Las miradas y gestos contenidos de ambos denotan una educación y unas experiencias vitales reprimidas hasta lo enfermizo e insoportable. Vidas desoladas, aplastadas por el peso de unos preceptos mortíferos, salvajes en su rígida tosquedad. Pero los  hermanos Elkabetz se apiadan del espectador y hacen que ella, Ronit (Viviane), estalle en una reacción plena de energía combativa y rabiosa. Al menos ella ni se rinde ni se rendirá. Respiras aliviado; no, no está vencida, todavía grita y lucha. Gran película, sin concesiones, austera y emocionante.     

Pepe Fuentes ·