1 ABRIL 2016

OTRA VEZ DE FERIA I: «El saber común dice que el paso del tiempo hará su exigente selección y quedará solamente lo bueno, o mejor dicho lo que haya logrado crear un nuevo parámetro de calidad, con el que decidir en adelante qué es bueno y qué no. Pero, precisamente, en el Arte Contemporáneo no hay paso del tiempo, si realmente es «contemporáneo», o en otras palabras, si es la contemporaneidad lo que lo hace arte. No hay que esperar el juicio de la Historia para establecer valores, porque esta nueva especie de arte que se llama Arte Contemporáneo es su propia documentación, está escribiendo su historia simultáneamente con su aparición, y no necesita que pase el tiempo». César Aira
Veintiséis de febrero: otra vez el arte, en formato mercado. Siempre voy a Arco. Me divierto mucho allí. Todo me gusta, cada una de las obras y todas en conjunto, y por distintas razones. La feria es una gran sinfonía estática (a veces también dinámica) de vida y color. En ella ofrecen al público lo último de lo último en arte, aunque los artistas ya lleven décadas imitándose a sí mismos. Sí, porque el Arte Contemporáneo lo inventó Marcel Duchamp, en torno a 1917, más o menos, aunque las vanguardias aún se quedaron un tiempo disfrutando de sus conquistas. Ahora, Duchamp, inventor del arte conceptualizado (la obra y el concepto indisolublemente unidos), reina en el mundo del Arte Contemporáneo. No obstante, en la feria se ven las obras, no así los conceptos (para ese segundo apartado debes acercarte a preguntar al galerista). Aunque miro con interés, no siempre veo lo que hacen los artistas, salvo que sean luminosos, de neón, porque atraen mucho la mirada, como en Disney. Desde luego no analizo ni juzgo nada (ya no estoy para esos menesteres). Empleo mucha más atención en fotografiar pero, de soslayo, sospecho que en la mayoría de los casos los objetos con el sello de -arte- solo son ocurrencias, banalidades ya desfasadas, o chispazos de creatividad pero, que desde el mismo momento en que son terminadas, están abocadas al No Tiempo, y, en la mayoría de los casos, al olvido…