VEINTE DE ABRIL (no escampa, luego seguimos sin poder salir, a pesar del nerviosismo de Charlie)… Sigo elucubrando sobre lo mismo…últimamente fotografío lo que tiene que ver con mis itinerarios cotidianos, pero sin imperiosa necesidad ni nada; si nos tropezamos con un motivo vale, y si no, pues nada, no hay causa ni acción ni movimiento ni nada. Volvemos a casa como si nada hubiera pasado y es que nada ha pasado. Los afortunados encuentros de «temas» deben ser algo así como Nabokov con las mariposas, pero sin contenido científico. Sí, porque el motivo fotografiado tendría que relacionarse con otros parecidos y tener un fundamento filosófico como hacen los artistas (hay un fotógrafo cuya obra se sustenta en prodigiosas fotos de su perro, que no parecen un perro sino tortuosas formas baconianas, pero a mí el Chuchi no me da para tanto) y conjugarse y relacionarse con un cuerpo formal consistente, orientado. Coherente. Una mirada abarcadora y expresiva de unas ciertas coordenadas estéticas y conceptuales (como Salgado con la creación). Bueno, pues no, no es así. Todo es azaroso y arbitrario en lo mío. Y es que me temo que soy un hombre sin contenido, incapaz de sostener una mirada sensible hacia el hecho de vivir. Sin criterios ni educación. Y no es eso solo lo malo, sino que tengo la sospecha de que me repito, de que ya aburre la presencia tantas veces repetida de un individuo anónimo ante su propia y desconsolada soledad, ante su irredento vacío. Pero, me digo o más bien me consuelo: -y qué más da, si a nadie debes explicaciones y nadie te las pide; sí fotografías lo que fotografías, por algo será-…
18 MAYO 2016
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